Wednesday, October 05, 2011

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Thursday, August 24, 2006

RAMAL PUA LONQUIMAY_

BANCO FOTOGRÁFICO PATRIMONIAL
COMUNA DE CURACAUTIN.

Fernando H. Koch Suazo (documentación)
Jorge A. Olave Riveros (fotorestauración)
2005.



Valorar el delicado asunto de la memoria acontece esporádicamente y por lo general como un síntoma de esa fraudulencia de los años que llamamos madurez.
No obstante, el bullado proceso de globalización, que hoy repercute en nosotros, hace recurrente el síndrome tribal... la necesidad interior, -forzosa, insospechada, instintiva-, de aferrarnos a lo que somos y hemos sido para reflejarnos y ser reflejo perdurable.

La fotografía surge en el viejo continente durante el siglo XIX. La primera fotografía, que aún se conserva, fue tomada por N. Niépce en 1826 y es conocida como “Punto de Vista desde las ventanas de Gras”.

La presentación del daguerrotipo ante la sociedad científica en 1839 marca el despegue definitivo de esta disciplina. Desde entonces, su influjo continúa moldeando sustantivamente nuestra percepción del mundo.
Aunque no existe una historia precisa de la fotografía chilena sabemos que este arte llega al país el 6 de junio de 1840 a través del puerto de Valparaíso.

Personajes como Robert H. Vance, pionero del Daguerrotipo en Chile, el Inglés William Helsby, los estadounidenses Ward, los alemanes Boheme y Alexander, el fotógrafo francés Víctor Deroche y el Chileno José Dolores Fuenzalida, entre otros, despliegan las primera luces del oficio, el que a partir de entonces se extenderá por todo el territorio nacional hasta alcanzar el sur de Chile y la Frontera gracias a algunos precursores como Christian Enrique Valk y Gustavo Milet, llamados los fotógrafos fundacionales de la fotografía Mapuche.

En la zona Araucanía Andina Norte, la Construcción del Ferrocarril Trasandino y del Túnel las Raíces, a comienzos del siglo XX, atraerán al fotógrafo Ribet.

PATRIMONIO FOTOGRÁFICO:

La memoria es un acto de resistencia...

A diferencia de la pasiva mansedumbre que se requiere para Olvidar, la memoria es un proceso activo y consciente que demanda ciertas actitudes y desplazamientos de enlace y conexión a la que debemos agenciarnos con los sentidos atentos.

No basta guarecernos en los recuerdos y en las letanías orales de los viejos para asistir al fenómeno de la memoria, también debemos sentirnos protagonistas de nuestra época y convencernos de la calidad de sístole histórico que somos. Para ello identificarnos y ubic(u)arnos territorialmente resulta imprescindible.

En las últimas cuatro décadas, un creciente interés por la conservación del legado fotográfico ha impulsado en el mundo una serie de investigaciones técnicas para abordar la restauración, reparación y preservación de negativos, daguerrotipos, ambrotipos, etc. que de otro modo desaparecerían irremediablemente. Diversas iniciativas para compilar y resguardar este patrimonio se extienden por todo el planeta.

En ausencia de costosas instalaciones y personal especializado para estos propósitos, como sucede en el tercer mundo, la tecnología digital ha emergido como una alternativa viable que posibilita salvaguardar dicho legado y acercarlo a sus destinatarios. No obstante, diariamente desaparecen para siempre muchas piezas originales de gran valor histórico y cultural que no alcanzaron a ser catalogadas.

Factores como la polución ambiental, la humedad, los hongos y reacciones químicas subyacentes en el material fotográfico contribuyen al deterioro a veces irreversible de una fotografía. Valorar su importancia es la primera medida para su preservación.

La Serie Fotográfica
y el Proceso de Restauración.


1.- Compilación.

A fines del 2003, el profesor de historia Fernando Koch Suazo, junto a un grupo de alumnos del Liceo Las Araucarias de Curacautín, comenzó a compilar entre familiares y apoderados fotografías antiguas de interés histórico como parte de su asignatura. Asombrado por los resultados poco a poco la idea fue creciendo. Para comienzos del 2004 el docente contaba con un pequeño banco de imágenes digitalizadas precariamente y diversos documentos de carácter histórico y patrimonial.

La necesidad de restaurar las fotografías y sistematizar su trabajo le motivaron a formular un proyecto Fondart para el cual comprometió mi apoyo.

Así, el 2004, siguiendo los antiguos durmientes del Ramal Ferroviario Púa-Lonquimay, comenzamos la habilitación del primer Banco Fotográfico Patrimonial de esta zona del país. Regreso del Olvido fue el nombre del proyecto.

Considerando que el patrimonio fotográfico forma parte del álbum familiar, y es allí donde debe permanecer para ser redescubierto y valorado oportunamente, durante el proceso de compilación nos remitimos a solicitar los ejemplares para digitalizarlos y retornarlos a la brevedad a sus propietarios.
Algunas imágenes, las menos, se obtuvieron en el Archivo Regional, Archivo Nacional y en el Archivo Histórico de Curacautín.

2.- Restauración Digital.

En rigor, la Restauración Fotográfica es un proceso técnico complejo que implica una rehabilitación del objeto original en sus características fisico/químicas inherentes. Se trata de una acción siempre reversible que busca recuperar la funcionalidad del dispositivo mediante la sustracción de las “huellas del tiempo” y cuidadosos procedimientos posteriores de conservación y archivo.

Entre estas huellas que amenazan la conservación fotográfica podemos citar las provocadas por mecanismos de sulfuración y oxido reducción y las producidas por agentes biológicos y fisicos.

En el primer caso se trata de reacciones químicas residuales que ocasionan manchas amarillentas y perdida de brillo en la foto y en el segundo de reacciones mediadas por la humedad y la contaminación que provocan manchas y una suerte de espejamiento que atenúan hasta la extinción los detalles de la imagen.

El deterioro biológico por su parte corresponde a la colonización de la superficie fotográfica por hongos u otro germen, lo que ocasiona descamación, granulación y manchas que van desprendiendo la emulsión y con ella la imagen.

Finalmente, el deterioro físico se refiere a dobleces, quemaduras, agrietamientos o rasgaduras provocadas por manipulación descuidada.

Es necesario considerar entonces que frente al deterioro de la imagen fotográfica el proceso de Restauración Digital por si solo pareciera no ser tal, dado que, aunque recobra virtualmente la funcionalidad del dispositivo, no rehabilita la matriz, la cual continúa deteriorándose y desapareciendo paulatinamente.
Tal es el caso e implicancia del proceso emprendido en este proyecto (...).

3.- Proceso Técnico:

Mi trabajo consistió en Gestionar Digitalmente la Restauración de las más de 200 imágenes compiladas y seleccionarlas para la serie expositiva y el Banco Digital en soporte CD-ROM.

Trabajé sobre la base de 3 ejes temáticos. A saber:

Fábrica Mosso,
Sociedad y Época,
Ferrocarriles y Túnel las Raíces.

En algunos casos el proceso consistió en simple limpieza digital de manchas sulfurosas y de grietas perimetrales. En otros, hubo que hacer reparaciones extensas de zonas borradas por hongos o por deterioro oxidoreductivo. En varios casos, dada la relevancia del registro, trabajé por días completos para reconstruir rostros y detalles finos deteriorados por manchas, espejamiento, grietas profusas o rasgaduras.

En ciertas ocasiones tuve que modificar ligeramente el encuadre de la fotografía. En otras realicé acercamientos para resaltar los puntos de interés y en algunas mejoré pequeños detalles de la composición.

Trabajé la mayoría de las fotos en escala de grises, Aunque a veces para mejorar la calidad de la impresión me vi obligado a pintarlas Y filtrarlas buscando optimizar la relación brillo/contraste con el máximo de detalles.

En términos generales, busqué siempre preservar la atmósfera de la fotografía. En muchos casos conservé grietas perimetrales y otros detalles que, según mi criterio, aportaban estéticamente a la imagen:

4.- Autoría fotográfica.

Aunque en la mayoría de los casos el intento de rastrear la autoría de la imagen resulta inoficioso, podemos destacar a tres fotógrafos cuyo legado es sobresaliente:


RIBET:

Fotógrafo social de principios del siglo XX al que le debemos las fotografías más sobresalientes de nuestra compilación; su trabajo documenta la edificación del Túnel las Raíces, el asentamiento obrero de Boca Norte y el entorno del Ferrocarril Trasandino.


Poco o nada sabemos de él, sólo de su técnica acuciosa y de su notable talento para fijar episodios eminentes de nuestra historia local. Vaya a través del tiempo nuestro reconocimiento a su legado.

DOMINGO MIRANDA
Radiotécnico Curacautinence y fotógrafo aficionado. Entre sus trabajos destacan la magnifica foto de más abajo, datada en 1940, y la de las faenas forestales de la Fábrica Mosso en el sector la Fusta. Según nos cuentan falleció en Curacautín en la década de los 80.



PEPE REY
Fotógrafo Social. Sus imágenes del Tren de la Araucanía, de la erupción del Cráter navidad en 1988 y de las bellezas naturales de Curacautín han dado la vuelta al mundo.

En las vitrinas de su estudio comercial, ubicado desde siempre en la intersección de calle Pratt con Serrano, han transitado las fotografías de desfiles, licenciaturas y eventos comunales junto a pequeños adelantos tecnológicos de cada época.

Comenzó a fotografiar a los 10 años en Cabinet y no ha parado desde entonces. En compañía de su Leica registra hoy por hoy el matrimonio de los nietos y bisnietos de sus primeros clientes.

El último Tren del ramal Púa Lonquimay. Gentileza Foto Rey.

HALLAZGOS.

Servicios Funerarios:

Aunque son varias las imágenes que destacan en nuestra compilación por su contenido, antigüedad y calidad, emergen algunas verdaderamente notables. Las que documentan funerales por ejemplo, merecen desde mi perspectiva una atención especial.

En ellas podemos ver reunidas a las familias de antaño junto a sus amistades y concurrentes más cercanos posando para la fotografía en una práctica social que se fue desvaneciendo con el tiempo.

Las grandes distancias que eran sorteadas a propósito del sepelio reunían a las familias de manera extraordinaria. El registro fotográfico permitía preservar este inusitado encuentro:

Servicio Funerario. Curacautín 1940. Foto Ribet.



Funeral del Angelito. Curacautín década del 40.

El Angelito:

En esta misma temática, aparecen en nuestra compilación una serie de fotografías que nos acercan por ejemplo a la tradición del Angelito:

La muerte de un infante era sublimada por la creencia de que la pequeña alma ascendía al cielo para convertirse en un ángel que intermediaría por los deudos ante la divinidad.

La práctica de velar el cuerpecito por días y traspasárselo entre los familiares más cercanos para su custodia constituía un verdadero ritual en el que se buscaba gracia y perdón.
Una recreación brillante de esta tradición es posible observar en la película “Largo Viaje” de Patricio Kaulen.





Derrumbe del Túnel Las Raices:

En otro ámbito, la construcción y Derrumbe del Túnel las Raíces es un episodio en la que el fotógrafo Ribet nos lega un valioso testimonio. Este autor y su trabajo quizá sea el mejor de los hallazgos.

El Informe Quiróz nos comenta que el accidente se produjo a las 11 de la mañana del 17 de mayo de 1932, en momentos en que transita el tren con 15 carros de material de desmontes. En ese momento el palanquero Segundo Parra se da cuenta que una cantidad de agua y barro comienza rápidamente a tapar el tren y escurrirse hacia delante.

El avance estaba a 1.111 metros de la Boca Norte. 42 obreros quedaron atrapados durante 4 días.
El personal directivo integrado por los señores Zanghellini, Pinilla, Carrera y el contratista Sr. Alejandro Sorensen elabora una estrategia de trabajo para llevar adelante el salvataje. Gran cantidad de trabajadores voluntarios participaron de las faenas. La comunidad expresando su solidaridad concurre a la zona, entre ellos los Bomberos de Curacautín que enviaron una bomba para colaborar en el rescate.

Agrega Quirós que a las 12 de la noche del 20 de mayo el agua que escurría disminuyó, aunque aún había una gran cantidad de barro que impedía el ensanche. Se trabajó por varias horas más para lograr rebajar el nivel del líquido por debajo de los marcos.

A las 2:30 Hrs. aproximadamente se informó que se había logrado establecer comunicación con los obreros encerrados y que todos estaban vivos. Inmediatamente se trasladaron al interior del túnel y se encontraron con los primeros rescatados, algunos de ellos caminando bajo sus propios medios. La mayor parte apoyados por sus compañeros seguían viaje al exterior en los carros Decauville. Solo a cuatro o cinco de ellos fue necesario trasladarlos en camilla. El teatro del poblado de Boca Norte se había preparado para la atención de los accidentados. La mayoría se retiró con sus familias. Solo unos 6 obreros prefirieron dormir allí.




Boca Norte:

Inmersa en el paisaje cordillerano, la aldea de Boca Norte, se erigió como un prospero poblado en el que se asentaron los obreros del Túnel Las Raíces y sus familias. Servicios asistenciales y el primer Cine de la zona le convirtieron en un importante lugar que se proyectaba promisoriamente con la idea del Ferrocarril Trasandino.

No obstante, los recorridos del ramal Púa-Lonquimay cesaron y el tren nunca cruzó la frontera. El poblado fue decayendo poco a poco y hoy conmueve su inaudita difuminación. Donde estuvo Boca Norte actualmente no quedan mayores vestigios.










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